miércoles, 22 de febrero de 2006

Collage

Argila deja un poco el corta y pega y virando rutinas se dedica, por qué no, a escribir un post-diario. Para variar y porque estoy en una biblioteca, extasiada de bases de datos, y tengo por aquí lista de libros que cazar. Ex-compañeros de aulas, allegados, familiares: se me abren los últimos meses de carrera. Ya no estáis ninguno, el campus ha perdido la mitad de su profundidad y hace un día claro y tranquilo. Tengo porrones de horas vacías en las que maldecir lo vacío de las horas ocupadas, leer a Cortázar -más cortázar, más- y perderme entre mi corazón y mis asuntos. Esta es la lista: Michel Houllebecq: La posibilidad de una isla Ángel González: Palabra sobre palabra / Áspero mundo Witold Gombrowitz: Diarios Michel del Castillo: Diccionario amoroso de España Herrera i Ressig: Psicología literaria
Céline: Viaje al fin de la noche (Agus, aún existe: lo vi ayer en edición de bolsillo en Abaccus)
Hasta aquí, cositas. Y entonces empiezan los grandes títulos, los juguetones: George Steiner: Nostalgia del absoluto. ¿Qué dirá este libro? Toy muertica de hambre. Andrés Neuman: El que espera. Felisberto Hernández: Nadie encendía las lámaparas Carlos Marzal: Los reinos de la casualidad Kay Jamison: Tocando el fuego T.S.Eliot: The Wasteland Exposición sobre el collage en la Fundació Miró. Gran invención técnica con nefastos resultados, exceptuando el cubismo, klee y klimt, casi nada y encima con juego fónico. Judith II (Salomé) en Ca' Pesaro, sobria y sola cerca de Rialto, flotando con palidez romántica sobre las aguas decadentes del Gran Canal. Cerca de la lista de libros tengo otras cosas en la agenda. Dice: la locura es sufrir y hacer sufrir sin saber por qué. Un tal Félix lo largó en Radio Nikosia, uno de esos proyectos sociales vanguardistas made in Barcelona. Entrando por uno de los balcones que miran la Plaza Real, sobre los chiringos, el meado y los vinos de madrugada, una pequeña radio emite. Se sientan y levantan sus locutores, que van y vienen del manicomio. Son los renglones torcidos de dios, locos de expediente que tienen la oportunidad de tanto en tanto de acercarse al micro y proclamar doctrinas intimistas y fragmentadas. Hay otras cosas en la agenda: www.elsentidodelavida.net, que es lo que parece y todo lo contrario, y además entretiene. Esto empieza a tomar tono de columna de opinión y no, eso sí que no, nononono, nonono. ¿Y los alacranes, para cuando? Creo que los he perdido. Era una escena de loquero a dos voces, en cualquier caso. Hablando del tema: si aún estáis leyendo, aprovecho para informaros de la existencia (previa existencia), de un librillo llamado "Alacranes en su tinta". Narrativa humorística, novela medio negra sita en Bilbao, etc. Este collage no tiene voluntad de arte: esta mujer de formas clásicas seguirá admirando siempre la arquitectura y los grandes castillos de palillos y los laberintos con salida. Pero es discruso libre, es punto de fuga y bálsamo, es en el fondo un musitar, un saludo, un beso, un existo. Argh, qué malo es el tiempo libre.

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