viernes, 15 de agosto de 2008

Cuando la vida está en otra parte

He vivido tan poco que tengo tendencia a pensar que no voy a morir; parece inverosímil que una vida humana se reduzca a tan poca cosa; uno se imagina, a su pesar, que algo va a ocurrir tarde o temprano. Craso error: una vida puede muy bien ser vacía y a la vez breve. Los días pasan pobremente, sin dejar huella ni recuerdo; y después, de golpe, se detienen.

Otras veces tengo la impresión de que conseguiría instalarme de forma estable en una vida ausente. Que el hastío, relativamente indoloro, me permitiría seguir llevando a cabo los gestos habituales de la vida. Nuevo error. El hastío prolongado no es una posición sostenible: antes o después se transforma en percepciones claramente más dolorosas, de un dolor positivo; es exactamente lo que me está pasando.

Tal vez, me digo, este viaje a provincias me haga cambiar de ideas; en sentido negativo, no hay duda, pero va a hacerme cambiar de ideas; por lo menos habrá una inflexión, un sobreasalto.
Michel Houellebecq, Ampliación del campo de batalla

2 comentarios:

Milk dijo...

Para ser houllebecq, me encanta

Judith dijo...

La verdad es que todo el libro en sí, para ser houllebecq, era una auténtica bazofia, xd. Pero siempre hay algo que se salva -aunque eso no justifica el tiempo perdido.

¿Sabes qué? Me estoy leyendo a Marsé, creo que te gustaría, my beloved Cris. Qué harás mañana para tu cumple...?