martes, 12 de diciembre de 2006

Ovillos


Saulo de Tarso, de família judía y nacido en lo que hoy es Turquía, encontró sepulcro y paz en Roma. O almenos eso ha anunciado el Vaticano, cuyos arqueólogos han confirmado hoy que el sarcófago hallado bajo la Basílica extramuros de San Pablo corresponde ciertamente al que fuera apóstol. La posibilidad de entreabrir el grueso mármol y echar un vistazo, a ver qué pasa, está siendo valorada por Ratzinger, ese Papa nacido en país protestante que alberga una importante minoría turca. Sin embargo, no le consta a la cronista que allí el gobierno de Merkel esté decapitando a los cristianos, como hizo Nerón -Sagitario- con San Pablo en su día. Y como apenas hace diez días que cumplí años en la Ciudat Eterna, y ayer di con mis huesos para matar las horas en una Tratoria-Cafetería que citaba el Tevere a lo grando en sus paredas, todo esto se me antoja oscuro ovillo y cruel burla, y no puedo sino citarlo.

0 comentarios: