miércoles, 1 de agosto de 2007

Rua Atalaya

Han cambiado los aires en Lisboa. Despues de dos dias de temperaturas exageradas, con la atmosfera mareante que da andar por una ciudad de piedras que superan los 40 grados, ayer el calor amaino, y hoy ha amanecido una brisa atlantica. Parece que Lisboa tiene otro sabor, mas a sal, mas a lluvia, mas a que apetezcan los cafes y los pasteles de belen.

Ayer tome por segunda vez la Rua Atalaya, y recorde algo que habia olvidado en mis repasos diarios mentales: un negro de dos metros ofreciendome hachis en una esquina. Pensando en esto andaba cuando un chavalillo, blancuzco, delgaducho y con el pelo engominado, que no debia tener mas edad que mi hermano, me detiene. (Querra tabaco, pienso). El resuelve la duda:

- Quieres hachis?

Que pesados, pienso. Deniego, y el lo intenta de otra forma.

- Coca? Quieres experimentar?

Esa misma noche, apenas pasadas las diez, vuelvo a desandar la Rua camino de la pension. Esta vez vuelve a ser oscuro, y comparte asiento en el suelo con un grupo de gente.

- Hachis, madame?

Me alucino en parte por lo facil que parece el acceso a la droga aqui, y en parte por la cantidad de ofertas que se han reunido en poco tiempo. Tambien es cierto que en mi primera comida "sentada" se me acercaron por 3 veces a pedirme dinero (la tercera al fin consiguio llevarse el pan y un cacho de queso, y parecio satisfecha). No hay que negar mi posible "capacidad de atraccion" hacia demandas de locos, colgados, pediguenyos y demas, pero que Lisboa los acoge en grandes cantidades es un hecho objetivo. Y sin embargo, en ningun momento desprende sensacion de peligro. Absolutamente ninguna. No de sus gentes, al menos. Sera quiza porque junto a los colgados deambulantes de repente pasa una viejinha baston en mano, y al poco una ama de casa entrada en carnes que arrastra su carrito sobre estas piedras forjadas a canyonazos.

4 comentarios:

Paquito dijo...

Existe un problema básico en Portugal actualmente, y es una crisis económica de impresionante magnitud...

lo que has visto es, quizás, un reflejo de lo que les está pasando...

Lo peor es que sus vecinos, nosotros, desconocemos estas cosas... Parece como si no existieran, siendo ellos un pueblo amable y culto...

En fin, una lástima.

Interesante post :-)

Paquito.
http://paquito4ever.blogspot.com

Anónimo dijo...

Vaya... yo no tengo una imagen así en absoluto... claro que cuando fui a Lisboa no llevamos cámara y lo único que consigo recordar es que es maravillosa, cuestas, cuestas, cuestas y un museo de las marionetas al que nunca llegué.

Por lo demás, una sensación parecida la tuve en una calle de Bilbao, en que poco más me querían meter la droga en la boca, pero allí no había ningún encanto decadente

Anónimo dijo...

así que censora....

Judith dijo...

jeje, Milky se olvida de que el filtraje es nuestra oficio... XD

No sé cuánto tiempo hace que fuisteis, quizá las cosas han cambiado en los últimos años, o quizá el hecho de ir sola, i don't know. Pero esa callecica de verdad que parecía poco menos que un mercado no oficial...

Aunque obviamente no queda todo en eso, sobra decirlo. Tengo alguna otra anécdota más edulcorada que contar, en cuanto me ponga a hacer vaciado de Molesquine la cuelgo.

Gracias por pasarte a leer :)